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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

jueves, 30 de octubre de 2014

Olas emigrantes



Madera dentro de volcanes,

equidistancia entre paraísos desertores de las guerras,

fragor de gritos y gota resbalando hacia su origen,

selva, contestación prohibida

cuando se agotan las posibilidades de seguir callada.

Renueva el aire del quinto elemento en la discordia

dentro de un orden caramelo envenenado,

es estreno y muerte de lo que se espera,

porque la piel morena del rumbo le cuenta lo que vale y su voz,

coral autónomo entre las víctimas,

parece entonces el maullido enérgico de una gata.

Sabe que consigue estar lejos de rodillas a los pies del monolito,

ser olas emigrantes sujetas al mástil odisea,

brea en la cáscara de los barcos.

Delfín feliz por haber elegido la música,

mi amiga colombiana danza, y yo con ella,

en el monte,

lejos de las leyes

que no son naturales.





viernes, 24 de octubre de 2014

Volver a casa no existe


¿A qué casa dirigirnos? ¿La de ayer, la de mañana?

De qué hablamos, si estamos desnudos

manteniendo incertidumbres en un vuelo

sin cielos ni ramas en las que posarnos,

si somos brizna, plumón,

partículas de átomos en el vacío

de algo inventado por fiebre de dioses,

adioses, términos sin principio emancipado

del símbolo extremo.

¿Volver adónde, a qué lugar de una noche inacabable, 

siembra imposible

por los hábitos de un bosque en silencio?

¿Cómo es posible un bosque en silencio?

Mitos en mundos sumergidos,

ritos de menta ácida eléctricamente piedra,

ballenas de río varadas en orillas que se fueron

a navegar sobre vasos, fotografías, estatuas,

flores polvo de flores secas,

telas de araña en las venas

de un espejismo lívido por el miedo.

Seres expuestos a la temperatura del hielo 

hecho carne de nada.








lunes, 20 de octubre de 2014

Ruido blanco


Me gusta el ruido blanco de la corteza del aire. 

Lo cuido porque me lleva a su conversación infinita, a veces; 

a veces tan escondido bajo sus alas de metal blando. 

Es comunión verdadera, como la vez que dijo en silencio, hace tanto, 

que no es pecado romper todos los relojes, que no son ángeles ni santos, 

sino demonios vestidos de números, uno tras otro ídolos que mienten. 

Sigo sin saber cuántas horas me separan de aquél para siempre 

que voy cumpliendo año tras año con el asombro de un niño riendo 

sin saber por qué lo hace. 

Guardo ese momento, con él voy al día nuevo, 

moribundo si me observo en la nada de una lágrima perdida en el absurdo, 

si quiere el infierno que la pausa se me quede en la garganta 

matemática de las ecuaciones. Pero cede, 

se disuelve en la distancia 

para seguir al sueño de aquella noche 

de aquel eterno verano.








miércoles, 15 de octubre de 2014

El trapo


Trapo de dos colores primarios condenados a enfrentarse, 

rotos por la mitad cada uno, llorando sangre de soles, 

soles de sangre, 

incapaces de fundirse para dar a luz naranjas pleonásmicos, 

de ofrecer lugar y sitio a lo dicho de otra forma 

por muchos otros colores. 

Somos quejío siempre, castañuela tartamuda, 

mancha de semen solitario en la cama sucia 

de una pensión barata, toro y espada defendida por Sabina, 

que cantaba a todas las princesas yonkis del barrio

antes de ser bufón de la corte. 

La peste sabe que la historia duele, 

y contagia a los más pobres. 

Los otros disfrutan de las vistas sádicas 

desde su ventana de palacio, 

ese Moloch intermitente de mandíbulas prognatas 

con borbónicos colmillos afilados por tarjetas negras

que perfilan rayas de cocaína. 

Vomito arco iris contra los primus inter pares.




Algo así no se puede querer, no se puede hacer que forme parte de una misma, a no ser que el sado-masoquismo haya ganado la partida o le vaya a una muy bien con el mal de casi todos. Lo sano es no amar a quien te hace daño.








domingo, 12 de octubre de 2014

Natural



Sus ojos escondidos en túneles secretos 

podrían ver nidos de cobre, joyas disueltas en humo, 

reuniones animales

en cifras en única cifra celebrando el laberinto. 

Y naranjas planetarios, nieve de carne de nube, 

mapas sin patria en países presentidos 

antes de nacerse en caracolas...

Es natural 

que confundan pétalos con puñales

o contemplen negro donde nacen hilos verdes 

sobre perlas transparentes,

fragmentos autónomos de primer rayo; 

que no sepan que escucho 

su llanto en la noche de los llantos. 

Es tan natural como el fósforo 

al fuego que lo consume.







jueves, 9 de octubre de 2014

Muñecas


En el vientre una muñeca, 

en el de ésta una vida semejante, 

se multiplican formando estratos con la sangre 

que gotea entre las piernas de un puente 

sobre el vacío. 

La rueda pregunta cuántas tortugas 

hay desde aquí hasta las olas estrellas 

que deslumbran con luces de alto voltaje elástico. 

Le contesta la sonrisa de una esfinge 

dentro de una esfinge 

dentro de otra, 

mientras lamenta, 

la esfinge, 

la pérdida de tantos brazos aullidos.





viernes, 3 de octubre de 2014

La razón primera


El cielo es lágrima antigua 

dentro de un vaso con un cielo sin sol y sin ventanas, 

con nubes ácidas de noche muy extensa 

-si puede alargarse el humo que desgarra 

la estadística composición del calendario, 

tan seguro de sí mismo; 

sobre la mesa de su autopsia. 

Si se extiende hasta la misma aurora 

la ambigüedad del silencio de la lluvia. 

Son latidos de niebla, las gotas, 

dilataciones metálicas en ojos sin pupilas. 

La razón primera del vuelo instintivo 

de cualquier garza.