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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

martes, 29 de octubre de 2013

Sin piel entre cemento



Piel desmoronada y llagas abiertas.

Escuecen, esas bocas,

más que un adiós sin sonido

y consiguen que el aire se vuelva muro,

ventana cerrada,

majestad sin trono ni escenario

ni súbditos que aplaudan

la sonrisa roja de la tristeza.


¿Qué es lo que esperas...?

¿Alas en serpientes, espuma verde

en las llamas del infierno?

¿Inviernos con cara de rosa recién nacida, niña?


Naciste para perder

tu tiempo entre maestros de magia negra.



domingo, 27 de octubre de 2013

Pozo de siglos




Es un valle de espinas en la cabeza de los robles,
tierra yerma 
por las cruces de piernas deformes 
clavadas en el camposanto.

Las vacas miran
desde unos ojos de vidrio, 
tienen las orejas numeradas
porque las bestias que las han criado 
quieren saber qué corazón se comen.

Mal bosque rodea lindes y peñascos,
no protegen sus árboles
-asustados por la plaga-
ni de la triste Vetusta ni de la ira 
de Pascual Duarte.

Una bandera que da miedo al aire
amenaza en la plaza de la aldea:
recién planchadas sus arrugas,
sigue sacando pecho.

Interminable...




viernes, 25 de octubre de 2013

Equilibrista




¿Qué espectro cubrió su cuerpo para alejarlo de mi cabeza?

Ya no hay vueltas sobre una alfombra enemiga de mis noches, ya no se paran los relojes

en el instante de la asfixia, el lento crepitar de la hoguera no suena a duelo, la frente

se inunda de porcelanas y me insiste la esquina

para que conozca su ángulo entero.


Una gata mira en silencio

-deslumbrando a las aves de mi paraíso-

y deja su mano izquierda sobre la otra

cerrando los ojos

en armonía con el movimiento de un cenicero lleno

de colillas y de elipses.



viernes, 18 de octubre de 2013

Es la hora


Es la hora en que se nombra

el espíritu con hambre

de ritos que cantan sin vergüenza,

sin alambres fronterizos

en campos desiertos de fragancias,

con ansia de sangre celeste.


No comeremos crepúsculos

encadenados como un perro preso,

no leeremos salmos

desmayados y epilépticos,

tibios y estrambóticos,

límbicos y deliberadamente simples.


Amamos

la sorpresa que genera 

el frenético despiste de una abeja adolescente,

la plenitud de su instinto en ráfagas

que suenan a lluvia de verano

cuando revelan el plano de las sinapsis

que no saben de esperas.


Amamos 

las venas violetas en el horizonte rojo

de otros atardeceres.




lunes, 14 de octubre de 2013

Por un reflejo





No escucho brisa, sino viento, ni siento el peso de las paredes 
que quieren cerrar la puerta a esas chispas en bosques de ritmo 
caliente y piedras esféricas como gotas de lava. Hoy es siempre. 
Mañana tiene la mano abierta sin dedos, sin laderas nevadas de 
olvidos, sin nada más que una posibilidad entre un millón de 
muertos para renacer de sus cenizas bañadas en queroseno. Mañana 
es algo tan extraño como la línea de un tiempo esclavo del miedo 
moribundo, un errante soldado paranoide buscando blancos móviles 
a la luz de una bombilla de filamentos estrangulados. Como una 
zanahoria siempre a la misma distancia, balancea su cuerpo ante 
los ojos de un sombrero que, por algún reflejo en el cristal, 
tuvo la necesidad de pensar en la muerte exquisita.



jueves, 10 de octubre de 2013

La náusea


Esa torpeza de manos calladas
y habitaciones sumergidas...
Esa noche de plomo
marchitando aromas para que la silueta de una mosca
parezca el último aliento de una vena vacía...

.............

Amanecen rastros de carmín de oriente
acostumbrado a góndolas y a noches siderales,
leves gotas de jazmín sobre una frente que camina
dos o tres pasos por delante,
y flecos de aire caliente escapados de la helada...

.............


Esa pieza que falta desde hace tiempo
en la composición del oxígeno...
Ese implacable asco llegado del fondo de la nevera
para sentarse en el estómago
de unas horas con velos negros...

.............


Ya las luces no apagan
el resplandor que suena en la medianoche.




jueves, 3 de octubre de 2013

Como cada día...





...despertaron ella

y su imagen

lamiendo sal y un sueño

olvidado por la mañana victoriosa 

sobre el equilibrio de lo oscuro.

Otra balanza nacía para imponer abstracciones

y regular la luz durante quince horas, así no escaparían 

rayos por rendijas de relojes aturdidos.


Pero cuando quedaban nueve para cerrar el ciclo,

un amasijo de saltos descolocaba los escalones,

que subían y bajaban sin querer encontrar 

su lugar en el plano.