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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

jueves, 30 de mayo de 2013

Esmeralda







Una mirada sobre el cuerpo que no vuelve la cabeza

se queda quieta en los perfiles de sus enaguas.

Suben los hombros 

hacia el pasado,

al norte del refugio subterráneo.


Adiós es el fruto por siempre muerto.


No te vuelvas 

-le decía la voz que la impulsaba-,

no conviertas en sal las venas que un día fueron trigo, 

no quieras ver estatuas en jardines secos.

Imposible silenciar los ojos que ayer nunca se cerraron.


Escalones en automático desplazamiento.

Arriba y abajo tienen el mismo sentido.


lunes, 27 de mayo de 2013

Fundamentales


Enclaves sólidos.

El último destello violeta sobre la nuca de una salamandra,

el sonido de una estación vacía,

niebla dorada o extensión de grafito

sobre círculos de nieve...


[Se refiere lo frágil

a tierras con episodios nacionalizados,

banderas vendidas en tenderetes de mimos con hilos

en las manos,

escuálidos cuerpos sin huesos ni ventanas]


... la duda entre el cierzo o una piel de sapo,

estupor ante la estela de un murmullo

sincronizado con las mareas,

bendiciones al margen de escrituras,

romero en los labios.

Espacios estables.





domingo, 26 de mayo de 2013

Voz





                           
Está solo, no hay más aves que acompañen los colores de su garganta,

pero no deja de hablar, como si fuera

un regalo efímero para quien se encuentre despierto.

¿Qué voluntad nocturna le obliga

a salir al negro para teñirlo de música?

Una nota y otra más sobre la copa del aire,

continúa su canto el dinosaurio sin esconderse

de lo oscuro

en un fugaz concierto

sobreviviendo a la extinción.









miércoles, 22 de mayo de 2013

Des-orden




Vale la pena extender alas, mantas

encima del invierno.

Siluetas para sombras confusas.

Vale la pena y el desorden,

las carcajadas del día que no acaba,

la ruina tras la desobediencia.


Vale la luz, clave de la partitura.


Vale la llama de la hoguera,

la esquina doblada en soliloquios,

santos y demonios...

secretos contados

a otras suelas rotas de tanto bailar

sobre tejados de incienso.





sábado, 18 de mayo de 2013

Por el aire


Hizo una curva con la pierna y con el brazo

para que la garganta pudiera

defender todo su cuerpo.

Pero el pecho se adelantó,

y no estaba protegido.

Se arquearon en mil ondas sus cimientos

y cada una de ellas,

para el asombro de su sangre,

abarcó más círculos de los que fermentan

en un vientre de memoria.

Era la sombra de una rama movida por el aire.



miércoles, 15 de mayo de 2013

Que vuelvan las arenas ardientes


(Para Jota, mi primo que no es de sangre, sino elegido)


La sencillez de una vela 


devuelve el rumor del desierto


en frágiles temblores 


contando su infortunio.


La llama florece o parece que se extingue


para sondear la oscuridad


de todos los maleficios 


deslizándose sobre sus vientres hinchados


como pétalos en la corriente,


allá, debajo del vínculo


que sostiene los pies que lo habitan.


¿Duermes, espíritu del ángel rebelde,


o sólo te escondes de las sombras


para ver su dimensión y sortearlas


desde su cresta hasta el final de la ola,


desde el epítome hasta la extensión de las algas,


desde los pies de la playa hasta su boca?


El lagarto pasea sobre la tierra de fuego


porque Morrison no estuvo nunca en París.



Mientras, Whitman canta a la hierba


que soporta todos los dolores.






domingo, 12 de mayo de 2013

Anoche...


Fotografía de Daido Moriyama




... regresaban las miradas

a los ojos de una noche sin luna.


[nada, entre ese momento y ahora,

tiene más importancia que la oscuridad

de aquellas pupilas empequeñecidas]


Se abrían los balcones de todas las calles, 

el punto amarillo iba alumbrando los malos sueños

para hacer con ellos humo, cenizas y sangre de sauce,

el asfalto era la broma de un río;

sus orillas, enfermedades

de transmisión sexual.

La voz negra de un gato en el callejón gritaba:

"¡la inmortalidad es mi ausencia!"

... y desaparecía.



miércoles, 8 de mayo de 2013

Nuevos cuerpos



Sirenas, ratas y delirios se confunden

por los pasillos de las cloacas

en perfecta armonía... canales fundidos

sucumbiendo a la llamada de aquel acorde de frecuencias,

desde la máxima hasta la mínima, canción que escuchan todos los oídos.

Nacen nuevos cuerpos por el amor entre Poseidones y Ateneas

de huesos transparentes, equilibrios que no creen que no es posible.

El acuerdo es embriaguez, ritos en la línea de salida,

deseo consagrado a respirar oxígeno convirtiéndolo

en dosis de misterio para pulmones absortos en su trabajo.

Las pezuñas de las cabras mecen hipotenusas

de cabellos que son pinceles dibujando jeroglíficos en los techos de las cavernas

para tentar con cielos a las hiedras peregrinas.

Las rutas de los tesoros ya no se esconden.





domingo, 5 de mayo de 2013

A lo lejos...



...había nubes de plomo rotas sobre el suelo

y bocas de donde, al abrirse, escapaban 

violetas rojas que no querían nacer.

Zapatos flotando en aguas mansas,

libros sin hojas, fotografías quietas,

tanto como lo está el mundo cuando es de noche...

Desde un alambre temblaba el ruido

que no se oía diluyendo voces

en los ojos de un pozo ciego

que miraba desde abajo

los pasos cansados de unos pies sin sangre pidiendo limosna.

En el túnel explotaban balas de cemento.










jueves, 2 de mayo de 2013

Anunciación






Puede ser fácil

que la millonésima parte de una molécula de alturas

en escombros habitables apueste y gane solicitar estrictamente nada.

El canto del gallo, como cada mañana desde la eternidad de las ideas,

hace bailar al día para que no se haga tarde

y la aurora no ennegrezca temprano su diadema recién lucida.

Y corran, corran las lámparas a desmayarse sobre esternones,

clavículas y Pompeyas,

alicatados sus hilos para que no rompan fibras al estrellarse en el suelo.

Después habrá que encenderlas.