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Allen Ginsberg, tras leer las críticas oficiales a su poema Aullido:
"La poesía ha sido atacada por un aterrorizado hatajo de ignorantes y pelmazos que no comprenden cómo se hace, y el problema con estos cretinos es que tampoco la reconocerían si se les apareciera en mitad de la calle y se los follara a plena luz del día."

martes, 27 de noviembre de 2012

Desde la orilla






Ya escucho los cantos de las sirenas desde la orilla.

Música que invita al baile de las algas,

otras fronteras con sonrisas de poniente,

vientres profundos que no le temen al agua.


     [Ulises no pudo perderse entre las olas del tiempo,

                                              su cuerpo no quiso ser 

                                               eterno descubridor de asombros enardecidos 

                                                                                   entre corales verdes,

                                                                      pater incólume amarrado a la columna de sus llagas]


Sirenas que cantan en dorados y en simientes,

que cuentan a los difuntos un cuento en el que la vida 

pervierte la rigidez de lo inmóvil,

sagradas notas que alzan por encima de olivos

y nubes rotas sus cuerpos mutantes cada vez que se las siente,

cada vez que se las nombra con nombres que aún no existen.


Ráfagas de gotas envueltas con lirios transparentes

defendiendo una estrategia de voces polarizadas,

alucinación constante, ojos abiertos, 

bocas que abrazan el instante que no muere.








viernes, 23 de noviembre de 2012

Orgullosa entre despojos






Perenne, impávida y pétrea,

deletrea cada una de las coronas de espuma

convencionalmente química, ese muro

de catacumbas desplomadas 

que huele a matanza de cerdo en la aldea.

Amarilla como la mostaza, con la aridez del óxido incrustado

entre los átomos del hierro,

alacranes y flamas se afirman ante ella,

Durga orgullosa en la gloria de los despojos.

Separa las hojas mojando su índice en sangre coagulada,

siempre esperando el milagro de la licuefacción,

como una niña aguarda el día

de las gotas rojas entre las piernas

para ofrecerse en sacrificio a un ángel,

aunque después nunca se le otorgue el perdón.

Está rancio el pan sobre la mesa,

verdea de pálida vergüenza 

cuando escucha: "In God We Trust".




lunes, 19 de noviembre de 2012

Es un sonido impreciso





Un tiempo muerto entre dos explosiones.

Posesión de lo innombrable, es una cáscara de nieve

magulladita, con las alas derritiéndose deprisa

por el relente del sol.

Una espina que no habla bajo la piel

porque se quedó callada ante una avalancha de insectos

volando en formación ascendente,

más alto, queriendo salirse del diámetro de la autopista,

pero aquí dentro.

Es un sonido impreciso que devora los espacios

entre un salto y una caída.




En España hemos pasado de 3.421 suicidios en 2008, año del comienzo de la crisis, a 4.500 personas en el 2011, aunque nadie se ha atrevido a explicar las razones de ese aumento; pero la realidad es que los comedores sociales de Barcelona, por ejemplo, llegan a tener una lista de espera de 23 días. Y sin datos aún del 2012.



http://wiki.15m.cc/wiki/Lista_de_suicidios_relacionados_con_la_crisis


viernes, 16 de noviembre de 2012

Tan de plata






Una curva de tu cuello delató la ambivalencia de las flores.

Pétalos serenos, redondos, simples contornos del reino

de los nacimientos, 

amenazaron mi calma, observada desde el balcón más alto

del palacio oscuro, casi muerto.

La sombra no sólo a mi me exonera de las luces en la terraza.

Hay que tener en cuenta que la distancia es la misma desde el ser

a la imprecisión siempre viva de los amanceres,

azules, límpidos por la niebla, resbaladizos y blandos

dentro de la dureza del hielo.

No he visto aún una fórmula que se parezca a aquella carretera

fría en la mañana recién horneada,

tan de plata como el acero de las hojas de chopo

sobre la alfombra de tu misterio,

sobrio y decente, extremadamente al límite

de un milagro sobre mis senos.

Canta un jilguero y duermo, por fin, 

en el regalo de tu playa, árboles y retamas hacen de orilla,

la arena es mi mirada desmembrada

en poros de piedra, musgo y semillas.




lunes, 12 de noviembre de 2012

Amarilla
























El núcleo de la intención duda entre cerrar los ojos

o despertarse sin ganas.

Me contabas sin hablar que no es sano dolerse de las escamas

que aún llevamos en los huesos,

pero es lo único humano que queda tras la parálisis de la muerte.

Y me duelo para sentir el estómago en la garganta,

Babilonia en mi aldea,

el rayo verde sobre la hiel amarga...

Un hongo pequeño sobre una lengua de vaca

sacude mi sangre para decirme que estoy ausente.

De las pruebas del honor, de las quejas desde lejos,

de la arritmia misteriosa y del sol inventado por nadie.

No todo vale para recorrer indemne la cadena de los montes

y traspasar ese surco que promete la vida si así lo quiere la idea.

En la habitación blanca, sin esquinas

de aristas inquebrantables por la lógica geométrica,

todo vuelve a su tamaño subiendo o bajando según baila

el implacable fósforo de una cerilla encendida,

tan breve.





jueves, 8 de noviembre de 2012

Bucles de querubín serio






Un cigarrillo promete quemarme los dedos

mientras procuro pasear sus atmósferas 

de humo quieto por el susto de una noche insomne.

No le dejo concebir más historias delineadas en ceniza,

siempre cayendo sobre aquella noción primera,

caracteres autónomos de polvo de algodón,

humilde cuchara de plata renegrida. 


Sin ganas de alimento despertaré, sin movimientos planetarios,

sin intenciones idénticas a las anteriores leyes de la planicie nebulosa.

Entre destellos naranjas, mi cuerpo se reblandece.

Uñas gigantes vestidas de duelo amenazan la curiosidad de los días,

rubios bucles de querubín serio sobre el borde de mi cama,

pobre niño con alas para subir al cielo.

Me da miedo su mirada, tan triste como una hoja sin venas de savia,

sin tendones ni soporte de calcio para su leve y transparente visión.


No encuentro la forma de alumbrar el espejo que delata

mis ojos hinchados por la avalancha de los limbos, 

hartos de estar siempre en el centro.

Hace frío entre las sábanas.






domingo, 4 de noviembre de 2012

Noche en blues



Sobre ese baile regio de máscaras tuertas

se genera un neón parpadeante

que alumbra voces entrecortadas siguiendo el recorrido

abierto por las dudas del invierno, que no crece.

No hacen ruido las palabras, pero resuenan en las salas

entrenadas para la supervivencia de la especie

denunciando la inútil herencia ritualizada,

el análisis inexacto,

un proyecto evitado desde antiguo

por los aros que adornan los lóbulos de los montes.


Siendo el niño un fantasma vestido de luto,

la blanca línea oprime las gargantas

hasta atravesar un corazón de roble.



jueves, 1 de noviembre de 2012

Esta noche es de los muertos




No sé si ya estabas muerto en el amanecer del alba,

cuando extendía mis manos 

y las tuyas se callaban en aquella casa fría.

No sé si tu cuerpo se movía o paralizaba el mío

con un gesto de cansancio si un salto

se asomaba en mis pupilas.

Era el silencio tu norma, era el hastío tu herida,

érase una margarita deshojada de antemano

fuera de toda esperanza,

desterrada de la vida.

No sé si fingías ser un sabio triste o algún soberano ausente,

nunca supe si tus pasos llevaban rumbo

o sabías que perdiste.

Hoy te siento en el murmullo de una noche malquerida,

hoy te reconozco intacto, 

como un himen sin caricias.